La literatura de Santiago Roncagliolo es, sin duda alguna, una de las que mayor atención ha recibido en los últimos años, no solo a nivel de la crítica local, sino también más allá de nuestras fronteras. Autor de novelas, ensayos, libros infantiles y piezas dramáticas, Roncagliolo es uno de los autores más destacados de la literatura latinoamericana contemporánea . 

Entre los distintos temas tratados en la conversación que pudimos sostener, compartí con él la siguiente observación: que existe un 'giro' dentro de su obra narrativa.

Es decir, si en un primer momento se preocupa por tratar temas de corte histórico y hasta político, tanto a un nivel individual como a uno colectivo, luego deja de hacerlo y se extiende a otros ámbitos.

En el plano individual pensaba, específicamente, en Memorias de una dama (2009), que se centra en la vida de una influyente mujer de la aristocracia dominicana, y El amante uruguayo (2012), que retrata la vida, pasión y muerte de Enrique Amorín, un excéntrico —y misterioso— personaje del mundo del arte de los años treinta. Mientras que en lo colectivo me refería a otros dos títulos: Abril rojo (2006) y La cuarta espada (2007). Ambos, uno desde la ficción y el otro desde la investigación periodística, desarrollan el tema de la violencia política que asoló al Perú.

Santiago reconoce que existe ese giro. Y reconoce, también, que tras él seguirá un camino distinto a lo que debía 'esperarse' de un escritor como él. Como esperaban los críticos, en realidad.

Pero, ¿por qué el giro, entonces?

Por las amenazas de muerte que recibió por dedicarse a un determinado tema.

Para muchos hubiese significado el fin de la carrera literaria. Santiago prefirió darle la vuelta y decidió encontrar en ese hecho una oportunidad única: la de experimentar, variar, en fin, la de no encasillarse. A ser alguien tan diferente en cada uno de los libros que escribirá en adelante, que se podría pensar que son autores distintos.

El resto de sus declaraciones están en el video que acompaña esta nota.